Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión

Las diferentes creencias en Navidad

Por: CPA Rosa N. Vélez Cancel, miembro del Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión

Según el Diccionario de la Lengua Española, Navidad es una festividad anual en la que los cristianos conmemoran el nacimiento de Jesucristo. Aunque tradicionalmente se reconoce como una festividad religiosa, también tiene significados culturales y sociales que varían según la vivencia personal de cada individuo y el entorno en el que vive. Desde un enfoque objetivo, es importante reconocer y respetar las múltiples creencias y puntos de vista que coexisten en esta festividad.

Desde el punto de vista religioso del cristianismo, en la Navidad se promueven valores espirituales como la fe, la paz, la humildad, la esperanza y el amor al prójimo. Estas creencias pueden expresarse mediante servicios religiosos, reuniones familiares, fiestas diversas, música, gastronomía, actividades o símbolos asociados a la festividad. Por otro lado, incluso dentro del cristianismo, existen diferencias sobre cómo y cuándo se celebra la Navidad.

Otras religiones no celebran la Navidad desde un punto de vista dogmático. Por ejemplo, el judaísmo celebra el Hanukkah, una festividad con un significado histórico y cultural diferente que se celebra en fechas que coinciden con la celebración navideña cristiana. El islam reconoce a Jesús como profeta, pero no celebra su nacimiento. Sin embargo, muchos musulmanes comparten, con su familia y amigos, celebraciones navideñas centradas en aspectos culturales de la festividad, como dar regalos, compartir comidas y pasar tiempo de calidad. El budismo no tiene una celebración específica que coincida con la Navidad, pero algunos budistas la celebran como una festividad secular, con intercambios de regalos y decoraciones. La inclusión implica reconocer que no todas las personas celebran la Navidad ni le otorgan el mismo significado y esta diversidad fortalece la convivencia.

En un ámbito cultural, la Navidad es una época marcada por diversas expresiones como la música, gastronomía, reuniones familiares y de amigos, actividades comunitarias, decoraciones y celebraciones públicas. Para muchos, estas actividades tienen un valor cultural y representan una oportunidad para compartir, fortalecer lazos y preservar tradiciones. A estas tradiciones añadimos que en la época navideña algunas familias esperan a los Reyes Magos (Sabios de Oriente), de origen bíblico; otras familias esperan a Santa Claus (Papá Noel o San Nicolás), un personaje histórico de origen europeo; y otras familias esperan a Santa Claus y a los Reyes Magos o a ninguno de éstos.

Desde una perspectiva social, la Navidad se asocia con valores universales como la generosidad, la colaboración y el servicio a la comunidad. Durante estas festividades, muchas organizaciones participan en iniciativas de responsabilidad social, voluntariado y apoyo a causas comunitarias. Cuando estas acciones se promueven de manera voluntaria e inclusiva, permiten que las personas contribuyan desde sus propios valores, independientemente de sus creencias.

Para algunas personas, la Navidad es un periodo de cierre de año, reflexión personal y planificación futura, sin relación festiva o religiosa. Otros deciden no celebrar la Navidad, ya sea por convicción personal, cultural, razones emocionales o económicas.

La Navidad no debe ser vista como una celebración que es igual para todos, sino como una ocasión para practicar el respeto mutuo, la consideración y la apertura hacia la diversidad de creencias y experiencias. Reconocer esta diversidad permite una convivencia más inclusiva.

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